
Una de las costumbres más comunes es apagar el aire acondicionado cuando salimos por un rato, si bien esto parece lógico, los expertos advierten que volver a encender el aparato después de ausencias breves genera picos de consumo tres veces más altos durante los primeros minutos.
Por eso, si vas a salir por menos de 90 minutos, lo más recomendable es dejar el aire encendido. Así evitarás el sobreesfuerzo que implica reiniciar el sistema de enfriamiento desde cero.
¿El modo deshumidificación gasta menos energía?
Muchos usuarios creen que el modo deshumidificación (a menudo identificado con un símbolo de gota o la palabra “Dry”) consume menos electricidad. Sin embargo, esto es un mito.
El consumo energético es muy similar al del modo refrigeración, por lo que no representa un ahorro real, su utilidad radica más bien en condiciones específicas, como durante tormentas o días con mucha humedad.
El consejo de los expertos es utilizar primero el modo frío durante una o dos horas, y luego pasar al modo deshumidificación para mantener el ambiente seco sin elevar tanto el gasto.
Ajusta la dirección del aire para enfriar mejor y gastar menos
Otro consejo clave está en la orientación del flujo de aire, aunque muchas personas prefieren dirigirlo hacia sí mismas o hacia el suelo, lo ideal es apuntar el aire hacia el techo.
¿La razón? El aire frío es más denso y tiende a caer, lo que genera una distribución más uniforme del frescor.
En el mismo video se muestra una comparativa entre dos viviendas similares con el mismo modelo de aire acondicionado, en la casa donde el aire se dirigió hacia abajo, la factura fue de 600 pesos más alta al mes que en la vivienda donde se aplicó la orientación hacia el techo.
También es fundamental no obstruir el flujo del aire con muebles grandes, cortinas pesadas o electrodomésticos, ya que esto fuerza al compresor a trabajar más para enfriar el espacio.
Limpieza y protección solar: aliados del ahorro energético
Un buen mantenimiento puede marcar la diferencia. Los expertos recomiendan limpiar el filtro del aire acondicionado cada dos semanas, ya que un filtro sucio impide la correcta circulación del aire y obliga al aparato a trabajar más.
Además, bloquear la entrada del calor también ayuda a mantener una temperatura estable sin depender tanto del aire acondicionado.
Instalar cortinas gruesas o blackout y mantenerlas cerradas entre las 14:00 y las 17:00 horas, cuando el sol pega con más fuerza, puede reducir la temperatura interior de forma significativa.
Aunque parezca insignificante, cambiar la configuración del aire acondicionado puede tener un gran impacto en tu consumo eléctrico.
El modo inteligente o automático es una función que viene incluida en muchos modelos actuales, pero pocas personas conocen su verdadero potencial.
A eso se suman hábitos sencillos, como evitar apagar el aire por salidas cortas, limpiar los filtros regularmente y aprovechar mejor el flujo del aire. Todo esto puede traducirse en un hogar más fresco, más eficiente y mucho menos costoso durante los meses de calor intenso.
